Las empresas que tienen sus polígonos y naves industriales fuera de los cascos urbanos más poblados, deben prepararse para las inspecciones de las OCAs por supuesto, pero sobre todo entender el impacto al  medio ambiente y la vida que está alrededor de sus instalaciones.

Los territorios protegidos contra la contaminación lumínica se clasifican en zonas en función de la vulnerabilidad de su entorno en horarios nocturnos, acentuándose por supuesto en épocas de invierno. 

Esta zonificación se refleja en el Mapa de la protección contra la contaminación lumínica en Cataluña.

4 criterios principales para la selección de zonas de protección contra la contaminación lumínica.

En todo el territorio español las comunidades autónomas clasifican sus propios territorios por el grado de vulnerabilidad a la contaminación lumínica teniendo en cuenta los siguientes criterios.

1. Tipología o el uso predominante del suelo.
2. Características del entorno natural para la protección de la fauna.
3. Valor paisajístico
4. Interés astronómico.

Ahora te presentamos las 4 zonas de protección, para que las puedas identificar en tu empresa, sea una nave industrial, fábrica, polígono industrial, logístico u otro tipo de empresa que requiera de iluminación de alta potencia para sus operaciones nocturnas.

Zona E1 – Zona de máxima protección

Áreas con entornos o paisajes oscuros: los observatorios astronómicos de categoría internacional, parques nacionales, espacios de interés natural, áreas de protección especial que albergan especies vegetales y animales sensibles a la modificación de ciclos vitales y comportamientos como consecuencia de un exceso de luz artificial. Cualquier carretera que se encuentre cerca debe estar sin iluminación artificial.

En general son áreas del medio natural no urbanizables, o pueden ser territorios que necesiten de una protección especial contra la contaminación lumínica por razón de sus características naturales, culturales o de su valor astronómico. 

Zona E2 – Zona de alta protección

Áreas de brillo o luminosidad baja: zonas periurbanas o extrarradios de las poblaciones, suelos no urbanizables, áreas rurales y sectores generalmente situados fuera de las áreas residenciales urbanas industriales, donde las carreteras se encuentran iluminadas.

En esta zona se incluyen todos los territorios no urbanizables no incluidos en la zona E1 y que son fundamentales proteger también contra la contaminación lumínica.

Zona E3 – Zona de protección moderada

Áreas de brillo o luminosidad media: zonas urbanas residenciales, donde las calzadas están iluminadas. Dentro de esta zona se incluyen las siguientes áreas:

1. Zonas residenciales en el interior del casco urbano y en la periferia, con densidad de edificación media-baja.
2. Zonas industriales.
3. Zonas dotacionales con utilización en horario nocturno.
4. Sistema general de espacios libres.

Zona E4 – Zona de protección menor

Áreas de brillo o luminosidad alta: zonas residenciales, centros urbanos, sectores comerciales y de ocio, con elevada actividad durante la franja horaria nocturna; áreas incluidas que admiten un brillo alto. 

La zonas bajo la clasificación E4 incluyen las siguientes áreas:

1. Zonas incluidas dentro del casco urbano con alta densidad de edificación.
2. Zonas en las que se desarrollen actividades de carácter comercial, turístico y recreativo en horario nocturno.
3. Esta zonificación será de aplicación a los municipios de mas de 20.000 habitantes.
4. Reglamentariamente se determinará el brillo o flujo luminoso propio o reflejado admisible en cada zona lumínica, y se fijará por relación al nivel de referencia.
5. Excepto en lo relativo a la zona E1, los Ayuntamientos de más de 20.000 habitantes podrán elevar el nivel de protección previsto para cada zona mediante ordenanzas aprobadas, teniendo en cuenta los criterios propios para el suelo urbano y urbanizable. En ningún caso dicha potestad municipal podrá reducir los niveles de protección aprobados por la Comunidad Autónoma.
6. Hasta que se establezca la zonificación de un territorio, las áreas vendrán delimitadas por el uso característico de la zona.

¿Cómo podemos ayudar en LED industrial a desarrollar un proyecto que busque cumplir con las normativas de protección contra la contaminación lumínica?

El primer problema es un estudio incorrecto de calidad de la iluminación, en la que se instalan más luminarias, focos y proyectores LED de los que realmente se necesitan. 

Un correcto estudio de iluminación además de reducir costes y consumo, asegurará que la distribución de la iluminación sea correcta, sin deslumbramientos y sin exceso de iluminación en áreas cerradas o al aire libre.

Hoy te damos a conocer las fases correctas que debe tener tu proyecto para que cumpla con las normativas de protección contra la contaminación lumínica:       

1. Estudio arquitectónico y eléctrico: se debe recolectar toda la información del proyecto. Se analiza la construcción, decoración y arquitectura del lugar para que cada detalle e intervención en la obra sea completo. 
2. Distribución, altura y ángulos de las nuevas luminarias LED: en este punto se definen los detalles más técnicos frente a el correcto posicionamiento de las nuevas luminarias. 
3. Prueba de selección de las tonalidades e intensidades: se hace la definición de los detalles de color y tonalidad de la luz para asegurar la calidad y correcta distribución de la luz para lograr el ambiente deseado como resultado del diseño de la iluminación.                
4. Documentación del consumo energético: siguiendo la guía de los planos de implantación, cálculos lumínicos y fichas técnicas de las luminarias se desarrolla el cuadro con el ahorro energético del proyecto.
5. Definición del plan de instalación y mantenimiento: se hace la definición del proceso de instalación en tiempos y movimientos del equipo técnico homologado, del espacio a utilizar con los medios de elevación (grúas y andamios) y plan de mantenimiento preventivo a partir de la entrega.

¿Porqué es importante entender las Obligaciones de las Administraciones Públicas en la lucha contra la contaminación lumínica en zonas de protección?

Tener claro que todos tenemos la responsabilidad de ayudar a que la excesiva iluminación no se convierta en un problema de contaminación lumínica la cual puede perturbar nuestro estado de ánimo y a su vez genera estrés y deslumbramientos; es una tarea que nos permitirá mejorar nuestra calidad de vida y de todas las especies con las que compartimos este planeta. 

Teniendo en cuenta esto, es importante conocer las 3 principales obligaciones de las Administraciones Públicas y su lucha contra este tipo de contaminación:

1. Las Administraciones Públicas deben velar por el cumplimiento de la presente Ley y sus normas de desarrollo. Todos los proyectos de alumbrado público desarrollados por iniciativa pública o privada, así como los financiados por subvenciones públicas, deberán llevar una memoria justificativa del cumplimiento de las prescripciones de esta Ley.
2. Los promotores o responsables de la instalación de luminarias justificarán en sus proyectos el cumplimiento de las mejores tecnologías disponibles en iluminación para la lucha contra la contaminación lumínica y la recuperación del cielo nocturno. La Consejería competente en materia de energía publicará una guía técnica de referencia.
3. Las entidades locales establecerán un programa de trabajo orientado a la realización de acciones a reducir las emisiones luminosas y asimismo a reducir el consumo energético de las instalaciones existentes.

Por último, como empresas del sector privado o público es fundamental realizar correctamente cada proyecto para ser parte de la solución, algunas recomendaciones son:

1. Invertir en Automatización para evitar el desperdicio de energía.
2. Cumplir con los parámetros de cada zonificación
3. Realizar una correcta implementación de alumbrados.
4. Dejar los proyectos en manos de expertos para evitar una iluminación ineficiente y mal diseñada.